Fenómenos paranormales

Durante el mes de julio me ha pasado una cosa curiosa a la que no encontraba explicación... hasta ayer. Resulta que de vez en cuando me aparecían pequeñas heridas por la cintura. Una o dos, al principio de julio. Luego se fueron... hasta esta semana.

El julio empezó siendo caluroso, pero después vinieron nubes y temperaturas más agradables para correr. Incluso la carrera del sábado pasado que anunciaba ser calurosa se nubló al final, lo cual agradecimos todos. Pero esta semana ha vuelto el calor. El lunes y martes volví a sudar muchísimo entrenando y a tener que pararme en las fuentes a beber cada 2x3.

Ayer después del entrenamiento, cuando me duchaba, descubrí que iba llena de marcas por todos lados. Rozaduras sobretodo del sujetador, pero también en la cintura, y... ¡zas! descubrí de dónde venían las misteriosas heridas. Nunca hubiera podido imaginarme que me rozara la cintura de las mallas, pero ahí está la prueba. Y no es que sean mallas nuevas, he corrido un montón de veces con ellas y nunca me habían rozado. Y con el suje lo mismo, lo tengo un montón de tiempo y no me había rozado. Supongo que tampoco pasaba tanto tiempo entrenando, ni sudaba tanto. Entrenar en verano es lo que tiene. Creo que cuando la maratón de Valencia era en febrero venía mejor para prepararla.

Pues nada, sólo deciros que tengáis cuidado con los días calurosos, con las sudadas y con la ropa deportiva que utilicéis. No vayáis a acabar con todo el cuerpo marcado :( Para próximos entrenamientos tendré que plantearme untarme de vaselina, a ver si así soluciono el problema. Esta tarde pasaré a mirar ropa nueva, aunque no me fio, no me fio, ¿cómo sabré si me va a rozar?