viernes, 17 de junio de 2011

Días buenos, días malos

Ayer, como tantos jueves, salí a correr. En total hice 1h 02' y correría unos 11 km (estimados a ojo). Primero fueron 31' de rodada suave por el paseo marítimo, y después de unos ejercicios de técnica y de beber agua, otros 30' con cambios de ritmo (3' fuertes + 1' suave) por las pistas de atletismo.
Dar vueltas cual peonza por las pistas siempre es más aburrido que salir por la ciudad, pero los cambios lo hacen más llevadero. Vas pensando en lo que te queda para trotar, en vez de mirar el paisaje que ya no ves jeje.
Cuando empecé el entrenamiento no estaba en las mejores condiciones, pues toda la tarde me había estado molestando la pierna izquierda, sin motivo aparente y sin ser un dolor concreto. En la carrera continua inicial ya me di cuenta de que no iba a ser uno de esos días en que te encuentras pletórico y realizas buenos entrenamientos,  llevaba una pierna medio arrastrando (exagerando un poco).
Los cambios de ritmo los empecé moderándome, quedaban todos por delante y yo ya empezaba cansada. Fue una buena decisión, porque lo aguanté decentemente manteniendo el ritmo en todos... bueno, los últimos un poco peor, pero dentro de lo esperado.
Además fue una tarde de humedad de esas en las que sin hacer excesivo calor uno se sofoca con facilidad. De hecho sudé un montón y tenía sed a todas horas, y eso que no soy de las que beben mucho.
Hay días buenos y días no tan buenos. Pero acabé el entrenamiento, así que estoy contenta.

2 comentarios:

  1. Yo soy aun bastante novato en esto pero creo que a la larga los días malos/regulares sirven para más cosas que los rodajes donde todo va perfecto

    te sigo

    ResponderEliminar
  2. Hola Pancho. Gracias por seguirme.
    Yo creo que todos los días cuentan. Así que te doy la razón, los malos también suman ;) Aunque me dan más moral los buenos :P

    ResponderEliminar